"PELAR LA PAVA"

"PELAR LA PAVA"

martes, 28 de enero de 2014


  “PELAR LA PAVA

 

En una ciudad manchega, una mujer, mandó a su criada que  pelase una pava (animal), lo que fue a hacer sentada en una silla pegada a la ventana, cuando, de pronto, se acercó su novio y comenzaron a hablar de sus cosas de pareja.
Al cabo de un rato, la señora de la casa le preguntó en voz alta si había terminado su trabajo, a lo que la criada le respondió:
                     ¡ESTOY PELANDO LA PAVA!

Es costumbre en Torralba de Calatrava "pelar la pava", a la vera de la ventana que suele estar a poco más de un metro a ras del suelo, en la que se solía echar una manta del ganado, con la que se tapaba totalmente en mancebo-novio, y en la habitación, la novia, separados solo por la alambrada de la ventana:

Dame la mano, la mano,
dame la mano derecha,
la que me tienes que dar,
de rodillas en la iglesia.

Es muy curioso, en la Mancha, los "arreglos de boda". Como se suele decir, "echan la casa por la ventana", pues concurren a la boda numerosos invitados, como ocurre en Argamasilla de Alba, Tomelloso y otros pueblos de la comarca.


 
Eché un limón a rodar
y en tu puerta se paró,
hasta los limones saben
que nos queremos los dos.


Los invitados le gastan bromas a los novios, entre "dimes y diretes", a los cuales les cantan coplas de todos los gustos por lo "bajinis", ya que el carácter manchego es extremadamente satírico y hace de su socarronería todo un libro de experiencias, como esta:

Creyendo que tenía
dineros en el banco,
y luego no tenía
ni calzoncillos blancos.



 
Antiguamente los convites de compromiso consistían en la clásica "zurra" (palabra árabe que significa "zoar"), especie de sangría, en la que se mezcla el vino blanco o tinto con una cierta cantidad de agua, melocotón, azúcar, corteza de limón o manzana picada y trozos de naranja.
                                                      

Acompañada por pastas, magdalenas, rosquillas, polvorones, mantecados mistela y otras clases de bebida.
Desde este momento, las familias de los novios empiezan los preparativos para la boda, haciendo miles de cábalas sobre la forma en la que se han de festejar los esponsales.



En Tomelloso, mi pueblo, el pueblo mas "pueblón" de la Mancha, es corriente ver bodas, después de la vendimia de 200 a 400 invitados:

A tu puerta hemos "llegao"
cuatrocientos en cuadrilla,
si quieres que nos sentemos
saca cuatrocientas sillas.

  Sobre todo si se casaba algún "pardillo" (labrador de posibles, con un gran "capitalejo"), en la que se consumían "muchismas" gallinas para hacer el plato tradicional de las bodas: "la gallina pepitoria en salsa".


En esta misma ciudad, cuando la gente era mas modesta, gañanes, trabajadores, carreros, jornaleros, etc., haciendo un gran sacrificio, le daban a los novios "una postureja"(pequeña viña o "mojuelo") y cada uno de ellos, debía comer y cenar en casa de sus padres durante un año, para ayudarles económicamente y así esperar a que la "viñeja" diera sus frutos.


En Villanueva de los Infantes, algunos familiares se convierten, el día de la boda, en "guardanovio" y "guardanovia".
 Es costumbre que los invitados a la boda vayan a casa de los novios "pa ver la cama", no faltando bromas, dimes y diretes, coplas socarronas  y aprovechar la ocasión para meter debajo de la cama "cencerros o esquilas". A veces metían puñados de sal gruesa entre las sábanas, e incluso quitaban una pata de la cama para que rodasen por el suelo...